Una historia buena para ser contada

Foto del Diario el Pais

Para quienes pensamos que la educación es la más potente estrategia para sacar de la marginación a una persona y ubicarla en la sociedad, a ganarse su lugar en igualdad de condiciones con las otras personas, ésta es una historia muy buena para contar.

Es posible que haya pasado desapercibida entre tanta información que surge diariamente en los medios de comunicación. Pero no es para dejarla pasar así nomás.

En un país que se dice que no es racista, pero muestra continuos gestos de discriminación; en una sociedad que se dice igualitaria pero tiene profundas raíces de inequidad; en estos días un hombre negro es designado Embajador del Servicio Diplomático y jefe de la delegación uruguaya ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), con sede en Ginebra.

El Dr. Francisco Pírez, criado en hogares del INAU (entonces INAME) desde los doce años; abogado recibido en la Universidad Católica del Uruguay; ganó en el año 2006 una beca de la Fundación Fulbright para realizar la especialización en Derecho Internacional en Estados Unidos.

Fue. Volvió. Y en este mes de abril 2010 ha sido nombrado en el cargo diplomático mencionado. No es poca cosa, porque se ha convertido en la primera persona de raza negra que llega a un cargo de Embajador.

Su historia de vida ya ha trascendido públicamente; pero imaginemos, tan sólo por un instante, los obstáculos que este hombre de treinta años ha debido superar para llegar hasta aquí.

Abandonado por su madre junto a dos hermanas. Viviendo unos años con un padre totalmente ausente de sus deberes. Internado en hogares estatales. Afrontando a lo largo de su formación intelectual el triple obstáculo de ser abandonado, pobre y… negro, además.

Vaya que se necesitan reservas morales y de voluntad para sacar apenas la cabeza de la marginación y abrirse camino en la sociedad.

Para aquellos y aquellas que piensen que el racismo no existe por estos lares digan si es común que haya profesionales de raza negra en cualquier rama de actividad, ya sea maestros, profesores, médicos, militares, biólogos, geólogos, matemáticos, economistas, etc, etc.

Por supuesto que hay excepciones, el propio Dr. Francisco Pírez lo demuestra.

Pero la generalidad es que la marginación social debida a la pobreza existe y se reproduce de manera exponencial. ¿Por qué? Está probado que la pobreza es mayormente femenina en el Uruguay. Hay más mujeres pobres; no sólo por nacer en hogares pobres, sino porque tienen menos oportunidades de educación y de trabajo, o logran trabajos peor remunerados que los hombres. Pero, además, se convierten en madres a temprana edad y casi seguramente van a ser luego jefas de hogar en situación de pobreza.

Las mujeres pobres son las que tienen más hijos y éstos, a su vez, reproducen el círculo de la marginación. Por eso también se sostiene, por parte de los estudiosos del tema, que la pobreza también es infantil, además de femenina.

Veamos algunos datos estadísticos para situarnos en el contexto adecuado. Dejando claro que este proceso de desigualdad social tiene muy larga data y se debe a políticas de estado muy mal aplicadas, junto a una negación deliberada del problema. Reconociendo también que en los últimos años los índices negativos han detenido su ascenso y algunos se han revertido. Ésta es la realidad actual :

La población del Uruguay es de 3.341.000 habitantes (1.665.530 hombres y 1.675.470 mujeres).

De ellos aproximadamente 700.000 son pobres, el 21 % de la población total.

Y la cantidad de indigentes alcanza a 50.000 personas.

Si los sumamos tenemos 750.000 personas, el 22% de la población, en situación de pobreza y pobreza extrema..

De ellos 295.000 son niños (de 0 a 14 años).

De un total de 776.000 niños en el país, el 38% pertenece a hogares pobres.

En cuanto a la población de raza negra tenemos que : “en Uruguay residen 170.000 personas de raza negra, de los cuales la inmensa mayoría vive en la pobreza y con un nivel de estudios sensiblemente menor al resto de la población”, (expresado en un foro internacional por Edgardo Ortuño, diputado negro del período anterior).

Por todo lo antedicho es que tiene mucho valor el ejemplo de Francisco Pírez.

No es un planteo de carácter político lo que quise hacer en este caso; sino más bien socio-cultural.

No es de mi interés tampoco el mencionar culpables, aunque los hay por cierto.

La finalidad de esta nota es dar a conocer una historia buena para trasmitir y –al mismo tiempo- reflexionar con los lectores sobre nuestra realidad social; capaz que las causas ya no importan tanto (salvo para que no se repitan); pero sí importan las consecuencias.

Sigo creyendo firmemente que el camino de salida está en la educación; pero una educación de calidad, que sea integral, evaluada, comprometida y que cuente con el apoyo de toda la población involucrada en el tema. La educación le da al individuo libertad y lo hace mejor ciudadano para la democracia.

Wilson Mesa, abril de 2010.

Fuentes estadísticas _ Instituto Nacional de Estadística (INE)_ Uruguay

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) _ ONU

“El País” digital.

Como siempre gracias Wilson Mesa por tu apoyo incondicional con Minuanas